La promesa se repite una y otra vez, no hay cambio de paradigma, ser analítico es ir al olvido
En breve tiempo los extraños se convierten en cómplices, quizá porque espera uno que se vayan y no hablen de que lo teníamos como secreto, sacamos anécdotas para que se transformen en olvido.
Es increíble el cómo de un momento a otro, una mujer puede dominarte y sin que te des cuenta ya estás en una relación conyugal.
Un día salen, en una tarde son los más divertidos y una noche no vuelves a casa, y esto se repite hasta que ya no sales de ese lugar, los gastos los tomas como parte de tu agenda de prioridades.
Un día despiertas, y te preguntas que, si eso era lo que querías, formar parte de ese clan, si para ello te preparaste, si eso te hace mas que soñar, vivir plenamente.
Sabes lo que ocurrirá, te dicen que hay metas, qué dirán los parientes, que quedarán como unos extraños y de pronto, casi te imploran que no te marches.
Surgen las amenazas, que te harán un escándalo, que no eres lo que la gente piensa y te preguntas que si por eso vale la pena vivir.
Y por fin, te vas y de pronto. Hay mucho silencio; retomas los planes que dejaste pendientes, te vuelves un solitario, ermitaño, todos te ven diferente y dejas de estar en la búsqueda de un amor que te diste cuenta que era solo una trampa para la perpetuación de la raza humana.
A Paco y a mí nos pasó, y cada uno contó las minucias y miedos que se crean en ti, algunos deciden abandonarse en el silencio de su intimidad y allí hacen lo que desean, es su espacio y secreto, las palmas de los cercanos resultan indiferentes.
La fantasía del juntos por siempre resulta una burla para la costumbre, la monotonía y la muerte.