La mentira, la codicia, están aquí, todo se esconde como secreto de familia y lo lloran siempre
La letra, máximo hito y describes a una sociedad, lo haces porque está en tu sangre, en tu formación, en la risa de tu familia, amigos, tus hijos, tu futuro y de pronto el futuro te hace suyo, juega contigo, como muñeco te toma y te sacude la cabeza hasta que esta ya no responde a cualquier grito de vida.
El dolor de ser y no ser, ser españoles y no ser originarios, de olmecas, de chichimecas o quizá los mexicas, sólo sabes que tienes un apellido por propiedad, y no sabes si tus orígenes son andaluces o quizá madrileños o leoneses, pero esto no es así porque nadie te reconoce a pesar de ser de ojo verde, eres de una comunidad y así la gente de la capital así te toma, y mejor te regresas y eres el que eres en tu casa.
La soledad que vives es hacia dentro, buscar aceptación, dolor, el no saber hacia dónde vas, rechazado por tus propios grupos, buscar una identidad o un dios para seguir, porque tu dolor todos los días te tallan y rebaten la herida y nadie te da una solución a lo que buscas porque ni tú mismo lo dices, sólo lo callas y cada día de independencia allí lo gritas y te desgarras, lloras y al día siguiente vuelves a ser un número y allí te vuelves a perder hasta el próximo año y así me hicieron, me robaron, ladrones y me olvidaron.
Nadie vivirá en paz por ello, nadie volverá a esa paz, el desgarro de la palabra lo sabía y así ella se hizo cómplice del robo de letras y así sigo en estas sombras.
Hoy me dejaron hablar, y nadie me buscará en el pensamiento mexicano.
Ramónllora; Žižek, duro con él mismo, se conmueve.
