La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó en Delaware que su intención es salir y lograr la nominación del Partido Demócrata y ganar las elecciones el 5 de noviembre.
Ante un equipo de campaña que está cambiando a poco más de 100 días tras la decisión del presidente Joe Biden de abandonar la carrera por la reelección “por el bien del partido y de la nación”, Harris dijo que retomará su papel de fiscal para enfrentar a su rival, el expresidente Donald Trump, candidato presidencial republicano y un delincuente convicto.
Comentó que durante la campaña electoral asumirá los roles de una abogada experimentada, que antes de ser elegida vicepresidenta y senadora de los Estados Unidos por California se desempeñó como fiscal general electa de ese estado y antes de eso, un fiscal de sala.
“En esos roles, me enfrenté a perpetradores de todo tipo. Depredadores que abusaron de mujeres, estafadores que estafaron a los consumidores, tramposos que rompieron las reglas para su propio beneficio. Así que escúchenme cuando digo: conozco el tipo de Donald Trump”, enfatizó.
El discurso en Wilmington, Delaware, siguió a un agitado período de 24 horas en el que legisladores, organizadores y posibles rivales demócratas se unieron en torno a la candidatura de Harris, menos de un día después de que Biden abandonara la contienda y la respaldara como candidata presidencial, reseñó la radio pública NPR.
Aunque algunos abogan por un proceso de selección abierto, de continuar esta racha, Harris parece encaminarse hacia la nominación del partido en la Convención Nacional Demócrata, prevista del 19 al 22 de agosto en Chicago, Illinois.
Este lunes recibió el respaldo de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, y también obtuvo el apoyo de los gobernadores Andy Beshear (Kentucky); Gavin Newsom (California) y Josh Shapiro (Pensilvania), quienes eliminaron así la posibilidad de que podrían desafiarla en la convención.
La salida de Biden de la campaña electoral la precipitó el pobre desempeño que tuvo en el debate presidencial con Trump, lo que levantó dudas acerca de su capacidad para enfrentar al republicano en noviembre.
Los votantes demócratas inundaron la naciente campaña de Harris con donaciones, recaudando 50 millones de dólares en menos de un día, lo que sugiere que el dinero no será una de sus luchas en su campaña contra Trump, destacó el reporte.
Según trascendió aquí, la contienda de Biden habría recaudado 240 millones de dólares que podrían beneficiar a Harris ya que era integrante del binomio, aunque también existe cierta controversia sobre si las leyes de financiamiento de campaña lo permitirían.
En declaraciones a NPR, Sean Cooksey, presidente de la Comisión Federal Electoral, quien fuera designado por Trump, advirtió que hay argumentos legítimos de que Harris no tiene derecho a esos fondos.