La idealización de realidades inexistentes, que a lo lejos abren sonrisas de complicidad
El imaginar las posibilidades del hubiera, si se diera el encuentro, o la abstención de no ir, dentro de esos pasados que ninguno es real, pero dentro de las suposiciones nos ayudan a abrir nuestra imaginación, la idealización de realidades inexistentes, pero emocionantes que a lo lejos abren sonrisas de complicidad.
El suspiro…
-Le hubiera puesto más atención.
-Le hubiera echado más ganas.
-Hubiera tomado por otra ruta.
-Nunca debí subirme a ese autobús.
–Nunca debí…
–Nunca.
El momento de la razón, la realidad, la verdad única de lo que ha sucedido, de lo que se debía hacer se difumina.
