Morena no puede enfermarse de soberbia, debe defender su identidad e impulsar la transformación
Morena ha sido el partido más exitoso en la vida democrática de México. En menos de un lustro de su creación logró la Presidencia de la República y actualmente gobierna 24 entidades federativas, es decir, Morena representa al 75 por ciento de la población del país. Sin embargo, estas cifras no pueden enfermarnos de soberbia, y menos aún desviarnos del objetivo principal de nuestro partido: transformar la vida pública del país, separar al poder político del poder económico, así como construir paz y bienestar.
Morena no es y no puede convertirse en un partido electorero, si bien, es necesario ser competitivos electoralmente, no es su principal propósito. De hecho, dicho propósito ha relegado en varios momentos la organización partidista, la actualización del padrón de militantes o la formación de su militancia.
Se ha ganado, es cierto, pero es momento de la consolidación de la Cuarta Transformación y de la herramienta que la ha impulsado, es decir, el partido.
Luego del nombramiento de Mario Delgado como próximo secretario de Educación Pública en el Gobierno Federal, Morena deberá resolver quién asumirá su dirigencia para concluir el actual periodo de Delgado, y de Citlalli Hernández Mora, secretaría General.
El proceso de renovación de las autoridades nacionales tendría que realizarse según una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en octubre, sin embargo, lo más sensato es adelantar este proceso a septiembre y que a la par que el gobierno nuestro partido continúe organizando a su militancia.
Los estatutos indican que el proceso de renovación se decide por encuesta o por determinación de su Congreso Nacional, seguramente se inscribirán múltiples aspirantes, pero será la opinión pública quien decida al perfil idóneo para consolidar nuestro movimiento político.
Acto seguido se renovarán los Comités Ejecutivos Estatales, entre ellos el de Puebla, así como se convocará a la elección de nuevos consejeros nacionales y congresistas estatales a partir de agosto de 2025
Morenacuenta con condiciones inigualables para su consolidación como partido político sin que descuide su interacción con el movimiento; quizá este contexto favorezca que se impulsen a más perfiles ciudadanos, pertenecientes a la comunidad de la diversidad, jóvenes, o personas de buena voluntad que no provengan del viejo régimen. Es decir, Morena más que nunca debe defender su identidad.
Por otra parte, es importante hacer énfasis en que parece que el partido está tomando nueva ruta con la probable designación de un ala militante, eficaz y de amplio reconocimiento público. Esto debe tomarse como un faro de luz para defender los principios del movimiento y consolidar un poderoso partido electoral con una clara visión ideológica.
@ACarvajal06