*Técnica que consiste en utilizar la ley y los tribunales para liquidar al enemigo político
El Director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE, Manuel Bartlett Díaz lo advirtió hace algún tiempo, que la CFE libra una guerra en contra de una trampa jurídica conocida el lawfare o guerra judicial, que según Arantxa Tirado, es una técnica que consiste en utilizar la ley y los tribunales para liquidar a un enemigo político, en este caso la CFE.
La última advertencia la hizo Bartlett al comparecer ante comisiones en la Cámara de Diputados, el pasado 14 de noviembre del año pasado, con motivo del análisis del 5º Informe de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Señaló como antecedente que AMLO le encomendó rescatar a la Comisión Federal de Electricidad del marco jurídico de la reforma energética aprobado por el régimen anterior, claudicación ante los intereses hegemónicos pues diseñaron la desaparición de la empresa nacional CFE para apoderarse del sistema eléctrico como negocio privado transnacional.
Expresó que al inicio de la administración se tenía una proyección fatalista del futuro de la CFE, del 62 por ciento que generaba antes de la reforma de 2013 se reduciría a un irrelevante 16 por ciento para el 2024.
No se estableció un sistema de mercado como afirman, se impusieron monopolios privados a expensas del sistema eléctrico, ejemplos, las sociedades de automático con sus más de 77 mil socios simulados, que en realidad son clientes, que venden energía ilegalmente en un mercado negro.
Los modelos anteriores concentraban el 43 por ciento del falso mercado, columna vertebral de la reforma energética. Completa el esquema la trampa jurídica conocida el lawfare o guerra judicial, que según Arantxa Tirado, es una técnica que consiste en utilizar la ley y los tribunales para liquidar a un enemigo político, en este caso, la CFE.
Aránzazu ‘Arantxa’ Tirado Sánchez, nacida en Barcelona en 1978, es una politóloga especializada en América Latina. Estudió en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y se doctoró en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es autora de varios libros, entre ellos El Lawfare. Golpes de Estado en Nombre de la Ley, publicado en 2021 y abarca los orígenes de esta guerra en los golpes de estado de EU en América Latina durante el siglo XX.
El mecanismo utilizado en contra de la CFE, se compone de tres dimensiones estratégicas:
Primero, la parte acusadora. Asignada a la COFECE, órgano constitucional supuestamente autónomo que bajo la argucia de asegurar la libre competencia cuestiona y demanda cada acción de la empresa pública pero cuando legalmente le requerimos revisar los evidentes monopolios privados se negó a iniciar siguiera una investigación.
Segundo, la parte juzgadora. Los juzgados y tribunales en competencia económica creados en 2013 son un entramado supuestamente legal, pero en realidad ilegal ya que protegen y garantizan los privilegios de los participantes privados.
El tercer elemento de esta guerra son los medios de comunicación. Su función concertada y pagada es atacar sin sustento al enemigo, descalificarlo, calumniarlo para debilitarlo ante la opinión pública. Son instrumentos de guerra las noticias falsas y difamaciones que desacreditan a la CFE y a sus directivos. Se reproducen diariamente desde hace cinco años.
Acudimos al derecho constitucional de réplica a los medios de comunicación enviando 308 aclaraciones sobre falsedades publicadas, pero las ignoran, garantizando así su propia impunidad.
Pese a este perverso escenario, donde se ha emprendido el rescate ordenado por el presidente, gracias a su extraordinaria fortaleza social y política, hemos logrado superar la trampa.
Bartlett Díaz señaló el año pasado que la reforma energética antinacional y extranjerizante sigue viva, también los intereses oligárquicos con sus ambiciones de hacerse de la electricidad como un negocio privado transnacional. Hasta aquí la denuncia del ex Gobernador de Puebla.
Pero ahora a futuro, una vez que ganó Claudia Sheinbaum por Morena la elección presidencial y obtuvo el partido la mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, será posible echar abajo la reforma energética.
Solamente el tiempo por venir y la decisión de la futura Presidenta Sheinbaum, fortalecerá apun más a la CFE.
EL ORIGEN DE LAWFARE
Según el periódico El Mundo de España, la palabra inglesa lawfare está formada por law (ley) y warfare (guerra). El término nació en el ámbito militar para describir un método de guerra asimétrica no convencional en el que la ley es usada como un medio para conseguir un objetivo militar, explica la Fundación del Español Urgente.
No obstante, la definición actual de lawfare es el «uso de acciones legales para causar problemas a un oponente», de acuerdo con el Cambridge English Dictionary. Por su parte, el diccionario de Oxford precisa que el término designa «acciones judiciales emprendidas como parte de una campaña en contra de un país o grupo».
Aunque se traduce del inglés como «guerra jurídica», desde la Fundación proponen el uso de otras expresiones, como «persecución judicial», «instrumentalización de la Justicia» o «judicialización de la política».
En fin, como escribió Octavio Paz (México, 1914-1998), en su poema Hermosura que Vuelve:
El telón de este mundo se abre en dos.
Cesa la vieja oposición entre verdad y fábula,
apariencia y realidad celebran al fin sus bodas,
sobre las cenizas de las mentirosas evidencias
se levanta una columna de seda y electricidad,
un pausado chorro de belleza.
raultorress@hotmail.com