Historias repetidas por la búsqueda del amor primario, en la niñez; superarlo con mentiras
Una noche tranquila y él caminó hacia el parque.
Le tomaron la mano, ella le dijo: “Siempre tan distraído”.
Ella le dio un beso en la mejilla… él no sabía lo que pasaba.
Ella era una chica hermosa.
–De vez en cuando vengo y aquí trabajo, ya sabes doy placer.
Ella, una chica de la costa, alta, esbelta y hermosa.
-Los del Ministerio de Salud, de Seguridad nos buscan, no para terminar o controlar este trabajo sino para extorsionarnos; 50 monedas nos quitan, que ellos soporten a cada tipo enfermo que nos busca para saciar sus antojos más sucios y con gusto les doy eso y más- dijo ella mientras le abrazó a él.
Él le escuchó y no dijo más por que deseaba saber, nunca había ocupado esos servicios, pero de pronto se vio involucrado y más cuando ella lo llevó a su hotel.
Ella le dijo: “Cuida mi sueño, por dos horas, no seas ordinario y hazme sentir en manos de un buen caballero”. Ya no supo él si lo manipulaba, pero no tenía más intenciones que contemplarle.
Se acostó, le abrazó y él se quedó inmóvil.
A las dos horas sonó una alarma, ella se levantó. “Te invito a cenar”, le dijo ella a él.
Terminaron de cenar…
–Volvamos, solo cuídame por favor, le dijo ella a él.
Él se acostó a la orilla de la cama, sin desvestirse, solo se quitó sus zapatos.
Y allí quedó…
–Tengo que ir a trabajar, le dijo él a ella.
Él volvió en la tarde al hotel, y ella no estaba. Fue al parque y ella tomaba de la mano a otro caballero; se sentó a lado de ellos y le decía todo lo que escuchó el día anterior…
–Ella no está loca, ella nos enloquece, dijo y se marchó.