deuda

La deuda pública de México aumentó 3,030 mil millones de pesos en 2024, el mayor incremento anual de su historia.

CIAL Dun & Bradstreet, empresa líder en soluciones y análisis avanzado de datos, presenta la información más relevante sobre las dinámicas económicas de México y la región, en una nueva edición de su monitor económico CIAL Insights.

La economía mexicana enfrenta una coyuntura marcada por el crecimiento acelerado de la deuda pública y señales de debilidad en el sector manufacturero. En 2024, la deuda pública aumentó MXN 3.03 billones respecto al cierre de 2023, el mayor incremento anual registrado en la historia económica del país. Este aumento se dio en un contexto sin crisis, pero con un déficit fiscal elevado. Al cierre de agosto de 2025, el saldo total ascendió a MXN 19.2 billones, lo que representa casi 52 por ciento del PIB, con un crecimiento nominal anual de 8.3 por ciento. La deuda interna representa 76.3 por ciento del total, con un incremento anual de 9.7 por ciento, mientras que la deuda externa creció 4.2 por ciento en el mismo periodo.

En paralelo, el sector manufacturero muestra señales de tensión. En agosto, las ventas manufactureras cayeron 4.1 por ciento anual, siendo su peor desempeño desde marzo de 2024. El equipo de transporte, que concentra 33 por ciento de las ventas del sector, retrocedió 9.9 por ciento anual, con una disminución de 12.9 por ciento en la venta de automóviles y camiones, y de 4.8 por ciento en autopartes.

A pesar de este entorno, las exportaciones manufactureras repuntaron 9.0 por ciento anual en agosto, y su volumen exportado continúa al alza. La industria alimentaria, segunda en importancia dentro del sector, mantuvo 14 meses consecutivos de crecimiento en ventas, con un avance de 2.5 por ciento anual en agosto y de 3.3 por ciento en el acumulado enero-agosto. Destaca el segmento de panadería y tortilla, con un crecimiento de 6.7 por ciento anual.

Por su parte, la industria de metálicas básicas mostró resiliencia ante los aranceles aplicados por Estados Unidos. Aunque sus ventas cayeron 1.7 por ciento anual en agosto, su producción física creció 3.8 por ciento, muy por encima de la media manufacturera. En el acumulado del año, el sector avanzó 4.9 por ciento anual, impulsado por metales no ferrosos (28.0 por ciento) y aluminio (2.3 por ciento). En contraste, la industria química reportó caídas tanto en producción como en ventas, representando actualmente 8.3 por ciento de las ventas manufactureras.

Estos indicadores reflejan presiones relevantes sobre la economía mexicana. El crecimiento acelerado de la deuda pública implica mayores compromisos financieros para el Estado, con efectos potenciales sobre la inversión pública y la estabilidad fiscal. Al mismo tiempo, la caída en las ventas manufactureras, especialmente en sectores clave como el transporte, puede traducirse en menor dinamismo industrial, afectación al empleo y presión sobre cadenas productivas locales. Aunque las exportaciones muestran fortaleza, el entorno arancelario y la desaceleración del PIB limitan el margen de recuperación, haciendo necesario monitorear de cerca los efectos sobre la actividad económica regional y el bienestar de los hogares.