La legitimación del poder económico bien vale por un minuto de placer, dice la soberbia
– El ser ilustrado es parte de la vanidad que mata al ser humano poco a poco que le hace vil, soberbio, grosero, déspota y muchos del poder lo toman como algo natural, en donde hasta la manera de caminar es altanera, sus ademanes de las manos se transforman al sentirse divinos como si al mover su dedo crearan vida, pero solo dan asco y el rechazo social.
– Algunos lo ponen como su meta de vida, quieren vivir en un espacio de exclusión en donde las leyes no les alcanzan y hasta los impuestos le son devueltos y su risa es sarcástica en las reuniones más simples o con las personas que les sirven, porque es su empleo.
– La nobleza, la curia, la que se autonombra gente de bien, bonita, piensan que sus negocios sacan al país, su religión se ahoga con el término de explotación, porque no saben otra forma de producir ganancias más que ante el despojo de la plusvalía, como todo vulgar pequeño burgués.
– El sabedor no clama justicia, busca un mecenas, porque si bien saben de letras, pero está lejano a los valores sociales y lejano a la búsqueda de la emancipación de las masas.
El Dr. Atl, da un pincelazo a su nuevo cuadro y piensa y observa severo a Puzo.
– Sin duda, que el daño está hecho y es muy fuerte, pero no soy el culpable, así como tú, busco justicia comprendiendo las necesidades nacidas de la exclusión de comunidades lejanas por la necesidad de sobrevivir.
– Aquí reinventamos a nuestras comunidades y nos apartamos de todos, solo éramos nosotros contra el mundo y el mundo entonces fue de mis letras.
– Letras que vierten veneno, ante cuerpos inertes, lo gritamos y pedimos ayuda hasta que todo fue un cáncer sin cura en todo el cuerpo social.
