Pensar bien, para vivir mejor es el lema de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Sin embargo, bajo la influencia de un modelo neoliberal que por décadas ha moldeado la educación en México, cabría preguntarse: ¿pensar bien para qué y para quién? La transformación de la máxima casa de estudios en Puebla es un microcosmos de una batalla nacional entre el conocimiento como derecho social y el saber como mercancía.
De la autonomía a la lógica de mercado
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La BUAP tiene una historia profundamente ligada a las luchas sociales. Logró su autonomía en 1956 tras un movimiento estudiantil que buscaba liberarla de los dictados del gobierno. Irónicamente, décadas más tarde, una nueva fuerza comenzaría a cercenar esa independencia: el economicismo.A partir de los años 90, como en el resto del país, la universidad comenzó a sufrir una mercantilización silenciosa. La educación, antaño un pilar para la movilidad social, empezó a ser tratada como un producto que se vende en el mercado. Los estudiantes, gradualmente, dejaron de ser ciudadanos en formación para convertirse, en la práctica, en «clientes» de una institución que debe competir por recursos y prestigio.
Los pilares del cambio neoliberal en la universidad
Este paradigma se construyó sobre varios pilares, todos visibles en la evolución de la BUAP, con las crisis económicas recurrentes en los años 80 y 90´s del siglo XX y como parte de las cartas de intención que nuestro País debía firmar con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), unas de las condiciones que se le pedían al gobierno era que las universidades, tradicionalmente aguerridas y con critica social, deberían cambiar su modelo educativo, entre las que destacaban la UNAM, la UABJ de Oaxaca, la de Guerrero, Michoacan y la UAP en aquel entonces; es asi que partir de 1990 inicia el proceso de cambio y la implantaciòn del modelo Neoliberal, mismo que se solidifica con el llamado “Proyecto Fénix”.
Caracteristicas del Modelo en la BUAP.
1. La competencia desmedida: La obsesión por los rankings, los resultados y las calificaciones empezó a opacar el aprendizaje significativo. La presión por demostrar «eficiencia» (alta demanda, tasas de graduación) pudo haber generado, como advierten los análisis, una presión para bajar el rigor académico, priorizando los números sobre la profundidad del conocimiento.
2. La orientación al «mercado»: La lógica del capitalismo influyó en la oferta educativa. Se privilegió la proliferación de programas «de moda» o con «demanda inmediata en el mercado laboral», en detrimento de una formación integral y humanística que durante siglos fue la base de la universidad. ¿Para qué sirve la filosofía o la física teórica en un mundo que pide técnicos?
3. El debilitamiento financiero estatal: Aunque la BUAP se mantuvo pública, el modelo neoliberal fomenta la reducción del papel del Estado. Esto generó un financiamiento insuficiente, lo que indirectamente incentivó la búsqueda de fuentes de ingreso alternativas, aumentando el costo de la educación para las familias a través de cuotas, servicios y materiales, cerrando el acceso a quienes no pueden pagarlos.
El impacto más cruel de esta transformación es la perpetuación de la desigualdad. El modelo neoliberal ha creado un sistema donde, frecuentemente, solo quienes tienen recursos suficientes pueden acceder a las mejores oportunidades educativas, mientras que las desventajas para los demás se vuelven insalvables. La educación, que debería ser el gran igualador social, se convierte en un mecanismo más de exclusión.
¿Un futuro posneoliberal?
Hoy, la comunidad universitaria de la BUAP vive la tensión de un modelo agotado. Los movimientos estudiantiles de este 2025 y las críticas internas son síntomas de un malestar profundo. Mientras México explora reformas como la Nueva Escuela Mexicana (NEM), que pretende alejarse del neoliberalismo priorizando la inclusión y la diversida, la BUAP se encuentra en una encrucijada.
La pregunta que queda en el aire es si la universidad será capaz de rescatar su esencia: ese «Pensar bien» crítico y liberador que forjó su historia. O si, por el contrario, se consolidará como una empresa de servicios educativos, donde el valor de una idea se mida por su rentabilidad en el mercado.
Acá entre Nos, el futuro de la BUAP depende de la respuesta que toda su comunidad decida construir., recordemos la escencia de la universidad pública, el modelo neoliberal esta bien para las universidades privadas, es parte de su escencia privilegiar el individualismo sobre la conciencia social
** El Autor es municipalista
Correo electrónico:gabriel.lopez@ideasac.org.mx
