bomba atómica

El 6 de agosto de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, el bombardero estadounidense B-29 «Enola Gay» lanzó la bomba atómica «Little Boy» sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.

Este fue el primer uso de un arma nuclear en la historia.

Era una bomba de uranio enriquecido, con un peso aproximado de 4,400 kg y 3 metros de longitud; su explosión, equivalente a 16 kilotones de TNT, se produjo a 600 metros de altura sobre el centro de la ciudad. El artefacto generó una bola de fuego con temperaturas de hasta 4,000 °C en el epicentro.

La bomba trajo consecuencias muy graves:

Destrucción inmediata: La explosión liberó una inmensa cantidad de energía, creando una onda expansiva y una bola de fuego que incineró y arrasó con todo a su paso en un radio de 1.6 kilómetros. Se estima que alrededor de 70,000 personas murieron al instante. La onda expansiva destruyó 60,000 de los 90,000 edificios de la ciudad.

Víctimas y efectos a largo plazo: A lo largo de 1945, el número de muertes ascendió a unas 140,000 debido a las heridas y la exposición a la radiación. Los sobrevivientes, conocidos como hibakusha, sufrieron las consecuencias de la radiación ionizante, que causó enfermedades como leucemia, cáncer, cataratas y otros tumores malignos.

La «lluvia negra»: Después de la explosión, una lluvia radiactiva y pegajosa cayó sobre la ciudad, empeorando la situación de los sobrevivientes.

La bomba de Hiroshima, junto con la lanzada tres días después sobre Nagasaki, llevó a la rendición de Japón el 15 de agosto de 1945, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.

Nueva era nuclear.

A 80 años del lanzamiento de la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, el mundo se encuentra ante una nueva carrera nuclear, afirmaron expertos.

Está emergiendo una nueva y peligrosa carrera armamentista nuclear en un momento en que los regímenes de control de armas están gravemente debilitados”, expresó el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).

Actualmente, nueve países cuentan con armamento de este tipo, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.

La bomba nuclear a las pantallas

A 80 años de los bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, el cine y los documentales han sido una herramienta poderosa para recordar lo que ocurrió el 6 y 9 de agosto de 1945.

Películas como “La tumba de las luciérnagas”, “Oppenheimer”, “Rapsodia en agosto” o “Hiroshima, mi amor” han retratado este episodio desde la animación, el drama íntimo o la biografía histórica. Pero también hay documentales como “Luz blanca, lluvia negra” que muestran el testimonio real de quienes sobrevivieron.

Hoy, en el lugar donde cayó la bomba en Hiroshima, se encuentra el Memorial de la Paz, un recordatorio de los horrores de la guerra nuclear.