Entre la fantasía de la paz y el vértice del caos existe el equilibrio que le permite crear
– La historia de México ha surgido de una fantasía, toque del ser divino, ese milagro tan añorado, un águila se posa con una serpiente, un águila que no existe en esos lugares y una víbora de gran tamaño que se modifica de acuerdo con el interés político del gobernante en turno.
– Existen las realidades muy relajadas y ecuánimes al sentido del equilibrio entre lo mundano y fantástico, apariciones fabulosas, el ser divino manifiesto en una piedra que cambia el sentido de la vida de un niño o de un joven, cree verlo, porque lo considera un vértice en su vida y por tanto definitorio en su futuro.
– Monstruos de tres cabezas de León, cuerpo de culebra negra sale de la caverna y se alimenta de pequeños peces dorados que en la noche se tornan azules brillantes, su depredador que baja del cielo, con cabeza de dragón y cuerpo de caballo, que con grandes saltos parece que vuela de manera continua.
– La visita de Qrull, para alimentarse por mil años de un nuevo mundo hasta dejarlo desértico, libre de seres para que el pasto florezca, sedimentos insertos en su estiércol que ha plantado y que con su lágrima, dejó húmeda para que florezca en el próximo año.
Así de fantástico, es la idea de un país que no madura de su pubertad de cinco siglos.
– Lovecraft, sin duda eres un tipo genial que escribes y describes por lo que ha sucedido, y culpables no somos muchos de lo que ha sembrado por siglos, ni la vieja tonada del campo que se rescató de dimes y diretes de gente que ni de música sabían pero que con un acorde con los dedos pretende sacar notas musicales, o de un pasaje que de piedras busca sacar realidades que ni yo mismo he logrado dibujar.