Es imperante combatir la contaminación atmosférica, invertir en soluciones efectivas es esencial para preservar la salud humana, proteger el medio ambiente y garantizar un futuro sostenible para todos.

Se lanzó un enérgico llamado a la acción para abordar la creciente crisis de la contaminación atmosférica. Esta jornada, promovida por la Asamblea General de la ONU desde 2019, subraya la imperiosa necesidad de invertir en soluciones para garantizar un aire limpio, esencial para la salud pública, el bienestar ambiental y la prosperidad económica global.

La realidad es alarmante: más del 99% de la humanidad respira aire contaminado, lo que contribuye a más de 8 millones de muertes anuales, incluyendo más de 700,000 niños menores de cinco años.

Este problema no solo afecta la salud humana, sino que también tiene un impacto devastador en el medio ambiente y la economía, con un costo global de aproximadamente 8.1 billones de dólares al año en daños a la salud.

La contaminación del aire afecta desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables, como mujeres, niños y ancianos. Actualmente, es el segundo mayor factor de riesgo de muerte prematura a nivel mundial, superado solo por la malnutrición en el caso de los menores de cinco años y por el tabaco en el de los adultos.

A pesar de su gravedad, menos del 1% de la financiación internacional para el desarrollo se destina a combatir esta crisis.

António Guterres, Secretario General de la ONU, destacó que “la contaminación también está ahogando las economías y calentando nuestro planeta, exacerbando la crisis climática”.

En su mensaje, Guterres subrayó que invertir en aire limpio es crucial para asegurar un futuro saludable y próspero para todos.

Acciones necesarias para un futuro sostenible

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) enfatiza la necesidad de una acción coordinada a nivel gubernamental y empresarial. Las medidas recomendadas incluyen la eliminación gradual de los combustibles fósiles, el fortalecimiento del monitoreo de la calidad del aire, el impulso de la energía renovable, la transición a tecnologías de cocción más limpias y la implementación de sistemas de transporte sostenible.

Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA, urgió una mayor inversión en soluciones contra la contaminación atmosférica e instó a los países a establecer normas estrictas de calidad del aire.

Andersen también resaltó la importancia de reorientar las subvenciones de los combustibles fósiles hacia tecnologías limpias y pidió una acción colectiva, desde iniciativas internacionales hasta cambios individuales en el estilo de vida.

Eventos globales y avances prometedores

En el Día Internacional del Aire Limpio se celebraron diversos eventos en todo el mundo. En Sudáfrica, se llevó a cabo una conferencia de dos días, mientras que en América Latina, el PNUMA y Wikimedia organizaron un taller de edición para mejorar la información pública sobre la contaminación atmosférica.

En Asia, se realizaron debates de alto nivel con la participación de jóvenes, y en América del Norte, se celebró un evento con oradores de la NASA y el Banco Mundial.

La buena noticia es que la contaminación atmosférica es prevenible. Algunas ciudades ya han logrado reducir drásticamente los niveles de contaminación, y los países están comprometidos a reducir las emisiones de metano, un potente contaminante atmosférico.

Una reducción del 20% en las PM2,5, un contaminante común, podría resultar en un aumento del 16% en el crecimiento del empleo y del 33% en la productividad. Además, reducir las emisiones de metano podría ahorrar entre 4,000 y 33,000 millones de dólares para 2050 y limitar el calentamiento global.

Para enfrentar esta crisis, es vital que los gobiernos establezcan y apliquen normas más estrictas sobre la calidad del aire, inviertan en la vigilancia y desarrollo de soluciones limpias, y promuevan la integración de medidas de aire limpio en las políticas nacionales.

Las empresas también deben jugar un papel activo invirtiendo en tecnologías que reduzcan las emisiones y evaluando su impacto en la calidad del aire.

La contaminación atmosférica no conoce fronteras y es responsabilidad de todos proteger nuestro aire. Con una acción coordinada y una inversión decidida en la limpieza del aire, podemos mejorar significativamente nuestra calidad de vida y asegurar un entorno saludable para las generaciones futuras.

Con información de Portal Ambiental