En la UNAM se efectuaron los trabajos del Encuentro The Coalition for Biosphere Resilience. Global Environmental Research Working Conference: Connecting Environmental Research to Climate Solutions
Intercambiar información ayuda a desarrollar nuevas estrategias para que al sumar esfuerzos las naciones tengan mayor resiliencia e impulsen más y mejores planes de adaptación a los impactos del calentamiento global, fueron parte de las conclusiones a las que llegaron expertos participantes en el encuentro The Coalition for Biosphere Resilience. Global Environmental Research Working Conference: Connecting Environmental Research to Climate Solutions, realizado en la UNAM.
El titular de la Coordinación de Relaciones y Asuntos Internacionales (CRAI), de la UNAM, William Lee Alardín, comentó: Debemos colaborar en cuanto a los servicios que tenemos, impulsar veranos o clubes de lectura para que los estudiantes se relacionen más con estos temas, allegarles cursos online, fortalecer la currícula, así como los mecanismos existentes en las instituciones.
En este contexto dio a conocer que el Servicio Social de la Universidad Nacional permite al estudiantado realizar actividades en el último año de enseñanza y sería posible invitarlos a trabajar en estos temas, toda vez que implicaría el aprendizaje de conceptos y métodos de adaptación.
Ante expertos de México, Estados Unidos, Sudáfrica, Marruecos e Israel, que participaron de manera presencial y a distancia, el también investigador destacó que es necesario añadir a la agenda de trabajo el tópico de la migración, una problemática que va más allá de motivos sociales y cuyo origen se acentúa en dificultades derivadas de la crisis climática como degradación de suelos, cambio de clima, pérdida de cultivos, entre otras.
En la Unidad de Seminarios “Dr. Ignacio Chávez” de la UNAM, al hacer uso de la palabra el director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la UNAM, Carlos Guillermo Gutiérrez Aguilar, informó que en este Encuentro -organizado por la CRAI- quedó claro que la sustentabilidad y las estrategias para llegar a ella son tan variables como las naciones que las impulsan, por lo que compartirlas es un paso natural para alcanzar el objetivo común, que es la resiliencia.
Comunidades resilientes
Durante la sesión “Future Topics + Collaboration”, Luis Álvarez-Icaza, investigador del Instituto de Ingeniería (II) de esta casa de estudios, se refirió a los avances del proyecto “Planta de Carbonización Hidrotermal para la Ciudad de México”, que actualmente impulsa la Universidad Nacional, en colaboración con la Secretaría de Energía, como una solución para reducir las emisiones de metano e impulsar el secuestro de dióxido de carbono (CO2), es decir, evitar que éste escape a la atmósfera.
El también exdirector del II recordó que se calcula que actualmente en nuestro país se producen hasta cuatro mil 500 toneladas de basura (desperdicios orgánicos) diarios, de los cuales en plantas de tratamiento para composta se procesan hasta mil 250 toneladas. Casi ha finalizado la construcción de la planta de carbonización del Bordo Poniente, donde se pondrá en marcha un proceso de carbonización hidrotermal, el cual genera hidrocarbón, producto altamente cotizado en el mundo.
A su vez, Cynthia Phillips, fundadora del 22nd Century by Design, externó que uno de los retos al momento de pensar en el financiamiento de proyectos climáticos para la innovación es decidir dónde y cómo hacerlo.
Más adelante, en la mesa dedicada a “Resilient Communities, Education and Human Resources – Ecology, Science, and Society”, Ana María Lizeth Caballero García, investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra (ENCiT) y del Programa Universitario de Estudios Interdisciplinarios del Suelo (PUEIS), ambos de la UNAM, señaló que en México 64 por ciento del suelo está degradado, lo cual incrementó el número de personas que migran a Estados Unidos.
Como una estrategia para ayudar a la población en las comunidades, el PUEIS se ha sumado al Programa de Doctores de los Suelos -impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- que inició en 2021, en coordinación con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
La investigadora precisó que a partir de 2023 el Programa comenzó su escalamiento a lo largo del país mediante una red de aliados que incluye a empresas privadas, instituciones gubernamentales, asociaciones civiles y universidades públicas. Hasta julio del 2024 ha logrado certificar a 52 Formadores de Doctores de los Suelos, 474 Doctores de los Suelos; capacita a más de 200 formadores y 440 doctores adicionales.
Al hacer uso de la palabra, Yosune Miquelajauregui Graf, especialista del Instituto de Ecología de la UNAM, estimó que uno de los principales retos que enfrentan las universidades es formar mejor a los futuros tomadores de decisiones, por lo que las instituciones educativas tienen un papel esencial en la promoción de la sustentabilidad e implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.
Para Omar Arellano-Aguilar, investigador de la ENCiT, es urgente la formación de nuevos agentes de cambio, diseñar estrategias aprovechando las tecnologías y la colaboración de los investigadores para la creación de herramientas para la educación.