El titular de la ONU hace el llamamiento a propósito de la publicación de un informe de la agencia del trabajo que advierte sobre los “desafíos sin precedentes” a los que se enfrentan los trabajadores de todo el mundo por el aumento de las temperaturas.
La ONU publicó el Llamamiento a la Acción del Secretario General de las Naciones Unidas sobre el Calor Extremo, que exige un esfuerzo “urgente y conjunto” para mejorar la cooperación internacional y hacer frente al calor extremo en cuatro áreas críticas: cuidar de las personas vulnerables; proteger a los trabajadores; aumentar la resiliencia de las economías y las sociedades mediante el uso de datos y la ciencia; y limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C para fin de siglo mediante la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y el aumento de la inversión en energías renovables.
La iniciativa reúne los conocimientos y perspectivas de diez entidades especializadas de la ONU*, entre las que se encuentra la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Coincidiendo con el llamamiento de António Guterres, la entidad advirtió en su último informe que cada vez más trabajadores están expuestos al estrés térmico en todo el mundo.
Calor sin precedentes
La Tierra es cada vez más caliente y peligrosa para todos, en todas partes. Miles de millones de personas en todo el mundo se marchitan a causa de olas de calor cada vez más agudas, provocadas en gran medida por una crisis climática inducida por el hombre y cargada de combustibles fósiles. El calor extremo está destrozando las economías, ampliando las desigualdades, socavando los Objetivos de Desarrollo Sostenible y matando a las personas.
A este respecto, el Secretario General declaró a los medios que “si hay algo que une a nuestro mundo dividido es que todos sentimos cada vez más el calor”.
“El domingo, el lunes y el martes pasados fueron los tres días más calurosos jamás registrados. Pero afrontemos los hechos: las temperaturas extremas ya no son un fenómeno de un día, una semana o un mes”, añadió António Guterres.
También hizo referencia a las muertes relacionadas con el calor en personas mayores de 65 años, que aumentaron alrededor de un 85% en 20 años.
Por su parte, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) informó que casi el 25% de los niños están expuestos a olas de calor frecuentes. En 2050, esa cifra podría aumentar hasta prácticamente el 100%.
“Los líderes de todos los ámbitos deben despertar y dar un paso al frente. Tanto los gobiernos -especialmente los de los países del G20- como el sector privado, las ciudades y las regiones”, instó Guterres, reiterando la necesidad de eliminar progresivamente los combustibles fósiles y aumentar la financiación climática.
Condiciones cada vez más peligrosas para los trabajadores
La OIT advirtió en su último informe, El calor en el trabajo: Implicaciones para la seguridad y la salud, que las regiones que antes no estaban acostumbradas al calor extremo enfrentarán mayores riesgos, mientras que los trabajadores en climas ya calurosos enfrentarán condiciones cada vez más peligrosas.
El estudio de la OIT subrayó que la exposición al estrés térmico puede causar rápidamente enfermedad, insolación o incluso la muerte. Con el tiempo, también puede provocar graves problemas cardíacos, pulmonares y renales a los trabajadores.
«Mientras el mundo sigue lidiando con el aumento de las temperaturas, debemos proteger a los trabajadores del estrés térmico durante todo el año”, señaló la directora del Departamento de Gobernanza de esa agencia, Vera Paquete-Perdigao, advirtiendo que el calor excesivo está creando desafíos sin precedentes para los trabajadores de todo el mundo durante todo el año, y no sólo durante los períodos de olas de calor intensas.
El informe calcula que 4200 trabajadores de todo el mundo perdieron la vida por olas de calor en 2020 y 231 millones de trabajadores estuvieron expuestos a olas de calor, lo que supone un aumento del 66% respecto a 2000.
Además, nueve de cada diez trabajadores a nivel global estuvieron expuestos a un calor excesivo aún sin que hubiera una ola de calor y ocho de cada diez lesiones profesionales se debieron al calor extremo.
Las economías de ingresos bajos y medios, las más afectadas
Según los autores del análisis, una prevención más efectiva de las lesiones derivadas del calor excesivo en el lugar de trabajo podría ahorrar hasta 361.000 millones de dólares en todo el mundo en pérdida de ingresos y gastos de tratamiento médico.
Las estimaciones de la OIT muestran que las economías de ingresos bajos y medios, en particular, son las más afectadas, ya que los costes de las lesiones por calor excesivo en el lugar de trabajo pueden alcanzar alrededor del 1,5% del PIB nacional.
«Se trata de una cuestión de derechos humanos, de derechos de los trabajadores y de económía, y las economías de renta media son las que se llevan la peor parte”, declaró la jefa del Equipo de Seguridad y Salud en el Trabajo de la OIT.
Manal Azzi explicó que se necesitan planes de acción y legislación contra el calor durante todo el año para proteger a los trabajadores, y una mayor colaboración mundial entre los expertos para armonizar las evaluaciones del estrés térmico y las intervenciones en el trabajo.
En este sentido, el documento expone las medidas legislativas de 21 países para encontrar características comunes que puedan orientar la creación de planes eficaces de seguridad contra el calor en el lugar de trabajo.
Las conclusiones se basan en un informe anterior, publicado el pasado mes de abril, que reveló que el cambio climático estaba creando graves peligros para la salud de unos 2400 millones de trabajadores expuestos a un calor excesivo. El documento también informó que el calor excesivo causa por sí solo 22,85 millones de lesiones profesionales y la pérdida de 18.970 vidas cada año.
33,3% de incremento de lesiones en América
América y Europa y Asia Central registran el mayor aumento de lesiones en el lugar de trabajo por estrés térmico desde el año 2000, con incrementos del 33,3% y el 16,4% respectivamente. Esto se debe posiblemente al incremento de las temperaturas en regiones donde los trabajadores no están acostumbrados al calor, según el estudio.
Además, en Europa y Asia Central se observan las condiciones laborales que cambian más rápidamente. Entre 2000 y 2020, la región registró el mayor aumento de la exposición al calor excesivo, con un incremento de la proporción de trabajadores afectados del 17,3%, casi el doble del aumento medio mundial.
Sin embargo, en términos absolutos, los trabajadores de África, los Estados árabes y Asia y el Pacífico son los más expuestos al calor excesivo. En estas regiones, el 92,9%, el 83,6% y el 74,7% de la mano de obra se ve afectada, respectivamente. Estas cifras están por encima de la media mundial del 71%, según las cifras más recientes disponibles (2020), señaló la OIT.
Fuente: ONU Noticias