Este domingo se realizó la Asamblea Nacional del PRI, encabezada por su dirigente nacional Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, quien llegó con todo su séquito proponiendo reformas a sus estatutos que siendo honestos solo beneficia a la cúpula tricolor.
Y es que mientras Alito Moreno dice que con esas reformas se innovará en el PRI para dejar de lado el “priísmo rancio”, pero lo que está siendo en realidad es apoderarse del partido debilitando a las voces opositoras internas.
Dentro de las reformas que se aprobaron está una que permite al presidente nacional poder reelegirse hasta por tres periodos consecutivos más, es decir, Alito Moreno podrá manejar el destino del PRI hasta el 2032 si así lo decide.
Si tienen la oportunidad de revisar el discurso de Alito Moreno en la Asamblea Nacional, podemos ver algo curioso: el tipo se siente el “Mesías del PRI”, ignorando los pésimos resultados alcanzados el pasado 2 de junio. Para él eso nunca pasó y todo el priismo se debe poner de rodillas ante él.
Esta negativa ante las voces críticas fue lo que le impidió precisamente al exgobernador de Campeche cumplir con su palabra cuando recién tomó las riendas del tricolor a nivel nacional, recordando que a su llegada prometió levantar al partido, y tras un espejismo en las elecciones intermedias del 2021, volvieron a caer estrepitosamente. Es decir, el PRI no levanta por el ego de Alito.
Ahora, en una de las reformas se pretende abrir el partido para buscar a todas las oposiciones, misma que el dirigente defendió con la frase “no somos la única oposición”. Sin embargo, en los congresos federal y locales se ha visto un PRI que muchas veces vota a favor de Morena, por lo que esta reforma podría apuntar a una posible creación del “PRIMOR” dentro de poco tiempo.
Regresando a la búsqueda de perpetuidad de Alito Moreno en el CEN del PRI al menos en lo que resta de esta década, lo puedo interpretar como un error, ya que lejos de ayudar al partido solo se está quedando al frente del único lugar donde magnifican la voz a este enfermo de poder.
Esto va a significar de nuevo más salidas de perfiles rumbo a otras organizaciones políticas que afiliaciones, algo que se notará en la reducción de militantes que puede desembocar en que, para evitar su desaparición buscará el refugio de Morena, tal como lo dije unos párrafos arriba.
Seamos honestos, el PRI es el único lugar donde su dirigencia entrega pésimos resultados y todavía premian a su presidente para que pueda mantenerse al frente de ellos por lo menos ocho años más, tal vez con la esperanza de que hará diferente las cosas pero dijeran los sabios “Genio y figura hasta la sepultura”.
Pero mientras vemos si le alcanzan esos ocho años a Alito Moreno para terminar con el tricolor o termina afianzándose como el dictador del PRI, nosotros nos leemos en la siguiente edición de “El Acuario”.
P.D: No digo en ningún momento que el presidente nacional del PRI pueda asentar cabeza y buscar mejorar al partido porque la única forma en que el tricolor salga del hoyo es que él termine haciéndose a un lado, ya que él solo busca mantener el poco poder que tiene, no regresar a su vieja gloria al partido político.